El porqué de los grupos parroquiales...

¿Jóvenes cofrades que buscan profundizar en la verdadera fe de Cristo al amparo de la adoración penitencial de una imagen cristífera, dolorosa de María Santísima o incluso una advocación gloriosa que recojen como cotitular?
Todo en esta vida tiene un porqué, señores, y la existencia de los grupos parroquiales está más que fundamentada. No es posible que una ciudad con tanta tradición cofrade y gran patrimonio histórico - artístico sólo (y recalco lo de sólo) cuente con menos de 10 hermandades de penitencia, dejando fuera a las corporaciones letíficas, que también son minoría.

Desde aquellas Juntas Pro-Cultos que fueron el germen de algunas cofradías de la época contemporánea (véase el caso de los Afligidos o la Hermandad Lasaliana de la Salle), pasando por la revitalización pastoral y ecuménica que supuso para nuestra diócesis el legado del Sínodo del año 2000; en la actualidad la denominación de grupo o asociación parroquial pro-hermandad es la más aceptada para definir ese colectivo de cristianos devotos y/o cofrades que se reúnen bajo el fin de profundizar en la fe y seguir el camino, largo y tedioso pero a la vez gratificante, de asentar con verdaderos y pequeños pasos las bases para llegar a obtener el decreto de erección canónica como hermandad de penitencia.
La Semana Santa de Chiclana necesita a gritos de gente y sobre todo, de jóvenes, cofrades que se embarquen en el a veces tachado (de forma muy negativa y peyorativa) "loco" proyecto de fundar nuevas cofradías penitenciales (también de gloria, que todo tiene cabida en la Casa del Señor), alimentando de sabia nueva nuestra Semana Mayor, la Semana más grande del año; con el único fin de demostrar la vida de cristiano en el conjunto de lo que supone la hermandad, ya que hermandad no sólo es la que saca a sus titulares a la calle el día más Santo del calendario o la que monta el mejor altar de cultos para que sea fotografiado hasta la saciedad.
Apoyemos a estos primigenios proyectos que están naciendo, no les demos la espalda; puesto que, por ejemplos, sus primeros cultos no saldrán como se deben de realizar, pero sin duda alguna lo hacen con la mayor seriedad que pueden aportar por su inexperiencia o juventud, el mayor amor por glorificar a Jesús Sacramentado que se entrega por nosotros cada Viernes Santo...
He dicho.